Probablemente sea el esgrafiado es una de las técnicas más conocida de los revestimientos tradicionales de cal. El origen de su nombre proviene del italiano sgraffiare, es decir, hacer incisiones o rascar con un utensilio especial llamado grafio.
Esta técnica ha sido utilizada desde las civilizaciones más antiguas, para la decoración de cerámica y otros utensilios, hasta formar parte de los grandes conjuntos ornamentales de edificios y palacios del Renacimiento italiano. En Cataluña, con el modernismo esta técnica tomó especial relevancia hasta convertirse en un sello casi exclusivo, con multitud de muestras difundidas principalmente en Barcelona, y también en otros puntos del país.
La técnica del esgrafiado constituye todo un oficio: el de estucador, de gran importancia en el pasado, cuando sus conocimientos eran muy valorados y sólo eran transmitidos de padres a hijos. Sin embargo, hoy este oficio todavía pervive reivindicándose desde su vertiente artesanal y desde el respeto hacia los materiales empleados, siendo la cal el centro de todos sus cuidados. Como en tiempos pasados, los resultados siguen siendo sorprendentes: verdaderas obras de arte que embellecen casas, edificios y monumentos en nuestros pueblos y ciudades.
Con todo el respeto hacia los antiguos artesanos, en SIGNINUM recuperamos las técnicas tradicionales de la cal: esgrafiados, estucos, planchados al fuego, pintura a la cal, etc., como parte indisociable del nuestro patrimonio.